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jueves, 31 de octubre de 2013

Neurobiología del Estrés

En neurociencias, la noción de estrés se puede definir según tres modos principales:

1. La reacción de estrés está controlada en sus componentes emocionales, conductuales y fisiológicos por la hormona liberadora de corticotropina (CRH).

2. La reacción del eje hipotálamo-hipófiso-córticosuprarrenal (eje HPA o corticotrópico) al estrés esta modulado en su intensidad y duración por la retroalimentación de los glucocorticoides al nivel del hipocampo.

3. La reciprocidad de las interacciones entre el sistema inmune y el sistema nervioso central, a través de la combinación citoquinas-glucocorticoides, constituye otro elemento regulador.

¿Qué es el estrés?

Clásicamente, se define como un estímulo puntual (estresor), que puede ser agresivo o no, percibido como amenazante para la homeostasis. Es una “reacción de alarma”, ya que el estrés activa un conjunto de reacciones que implican respuestas conductuales y fisiológicas (neuronales, metabólicas y neuroendocrinas) que permiten al organismo responder al estresor de la manera más adaptada posible.

Fisiología del estrés

El estresor se puede descomponer en tres fases que ocurren cronológicamente:

1. Recepción del estresor y filtro de información sensoriales por el tálamo.

2. Programación de la reacción del estrés poniendo en juego la corteza prefrontal (implicado en la toma de decisiones, la atención, la memoria a corto plazo) y el sistema límbico por un análisis comparativo entre la nueva situación y los “recuerdos”: la respuesta al estresor se hará a base de la experiencia.

3. Activación de la respuesta del organismo (vía amígdala [memoria emocional] y el hipocampo [memoria explícita]. Esta respuesta pone en juego el complejo hipotálamo-hipofisiario.

La adaptación al estimulo estresor se descompone también en tres fases:

1. Fase de alerta: En reacción al estresor, el hipotálamo estimula a las suprarrenales (en su parte medular) para que secrete adrenalina, cuyo objetivo es suministrar energía en caso de urgencia.

2. Fase de resistencia (o de defensa): Esta se activa solamente si el estrés se mantiene. Las suprarrenales (en la zona fasciculada) van a secretar cortisol. Esta hormona se encarga de mantener constante el nivel de glucosa sanguínea. Además el cortisol asegura una renovación de las reservas del organismo, para que este pueda “aguantar”.

3. Fase de agotamiento: Esta ya es la fase patológica; se instala cuando si la situación persiste y se acompaña de una alteración hormonal crónica, con sus consecuencias orgánicas y psiquiátricas. Si la situación persiste aún más, es posible que el organismo se encuentre desbordado. Poco a poco las hormonas secretadas son menos eficaces y comienzan a acumularse en la circulación sanguínea, teniendo como resultado, una invasión en el organismo de hormonas que tendrían un impacto negativo sobre la salud.

Estrés y género

Algunos estudios de IRM funcional (imagen de resonancia magnética) en personas sanas a lo largo de un estrés agudo muestra lo siguiente:

  • En el hombre habría una puesta en marcha predominante de la corteza prefrontal, haciendo que el sistema nervioso simpático este más estimulado y por lo tanto, favoreciendo el comportamiento de “fuga o combate”.
  • En la mujer, la reacción al estrés estaría construida sobre los procesos de atracción; habría una puesta en marcha predominante del sistema límbico que activaría un comportamiento de “ayuda y protección”. La puesta en marcha del engranaje límbico y principalmente del hipocampo, reduciría la actividad simpática y la del eje corticotrópico.

La siguiente figura propone una representación simplificada de la neurobiología del estrés:
El núcleo paraventricular del hipotálamo (NPVH) es el integrador final de la respuesta al estrés. Las neuronas de este núcleo producen la hormona liberadora de corticotropina (CRH) que estimula la producción hipofisiaria de adrenocorticotropina (ACTH). La ACTH estimula la producción de cortisol por las suprarrenales. En contraposición, el cortisol inhibe su propia síntesis inhibiendo la síntesis y la liberación de ACTH y de CRH. En este sentido el cortisol es una hormona "antiestrés" que apaga los procesos biológicos provocados por el estrés cuando el individuo ha encontrado una buena respuesta adaptativa. CPF: cortex prefrontal. AMY: amígdala. HIPP: hipocampo. LC: locus coeruleus. NA: noradrenalina.

Mecanismos de retroalimentación del eje corticotrópico por el cortisol

El cortisol ejerce una retroalimentación negativa sobre la liberación hipotálamo-hipofisiaria de CRH y de ACTH. Se distinguen tres tipos de retroalimentación.

1. Retroalimentación rápida (de algunos segundos a algunos minutos), esta es proporcional al aumento de cortisol y no dura más de diez minutos.

2. Retroalimentación intermedia (de algunas horas) con disminución de la secreción de CRH y ADH.

3. Retroalimentación lenta (de algunas horas a algunos días) con disminución de la síntesis de ACTH hipofisiaria, de CRH y de ADH hipotalámicas: una administración prolongada de glucocorticoides (cortisol) conduce a la ausencia de secreción de CRH y ACTH y a una atrofia de la suprarrenal, consecuencia de un déficit de ACTH.

Interregulaciones entre los ejes corticotrópico, gonadotrópico y noradrenérgico

La siguiente figura esquematiza estas interacciones en la mujer:
Interacciones entre los sistemas corticotrópico-gonadotrópico y noradrenérgico en la mujer. Implicados en el estrés. LC/NE: locus coeruleus-noradrenalina; HPGn: eje gonadotropo de la mujer; GnRH: Gonadotropin RH (horm. lib. gonadot).

Estas son complejas pero se las puede sintetizar de la siguiente manera:

1. El eje gonadotrópico, vía los estrógenos, es globalmente estimulador del eje corticotrópico.

2. La noradrenalina:
   - Es estimulada por los estrógenos.
   - Estimula la actividad gonadotrópica.

3. El eje corticotropico es globalmente inhibidor del eje gonadotropico; lo que podría explicar las amenorreas por estrés. Por este mecanismo un estrés severo puede inhibir el sistema de reproducción femenina.

Estrés crónico

El estrés repetido genera, en fase de agotamiento, una hipercortisolemia crónica.

En animales se ha demostrado que la hipercotisolemia puede ser neurotóxica para estructuras vulnerables como el hipocampo. Esta neurotoxicidad se manifiesta al nivel del hipocampo de las neuronas piramidales CA3 del cuerno de Amón y por una disminución del volumen y del número de neuronas del giro dentado.



Esta atrofia hipocámpica secundaria al estrés implicaría de manera más amplia:

1. Una disminución de la neurogénesis.

2. Una disminución de la síntesis de neurotróficos, los cuales inhiben la apoptosis celular.
3. Aumento de la excitotoxicidad (por glutamato) debido a una pérdida glial.

4. Una neurotoxicidad debuda a la hipercortisolemia (disminución de la neuroplasticidad, inicialmente reversible, después permanente).

En humanos, la disminución del volumen del hipocampo se ha correlacionado con:

1. Los niveles de cortisol (en caso de enfermedad de Cushing).

2. La duración y la intensidad de la depresión (esta depresión secundaria al estrés crónico).

3. Con la duración de la exposición al estrés en caso de estrés postraumático.

Toda la información contenida en este post, fue extraída de: 
Fabrice D, González F, Hassen R. Neurobiología del Estrés. Rev Chil Neuro-Psiquiat 2010, 48(4): 307-318 
Si quieres profundizar más sobre el contenido de este paper, ya que solo expuse los temas más relevantes resumidamente, lo puedes leer del siguiente enlace: 
http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0717-92272010000500006&script=sci_arttext

Ante cualquier duda o consulta, no teman en preguntar.

Muchos saludos.

miércoles, 30 de octubre de 2013

Consejos de Esculapio a su hijo médico. Escrito en el siglo I aC


Hola, les quisiera compartir un hermoso discurso que tiene mucha relación con la practica de medicina. Este esta dedicado a todos los médicos, estudiantes de medicina y a los que aspiran convertirse en miembros de esta noble disciplina de servicio, que nos recuerda y nos enseña que es medicina y nos invita a ser parte integral en el perfeccionamiento de la misma.

Consejos de Esculapio a su hijo médico. Escrito en el siglo I aC 
¿Quieres ser médico, hijo mío? 
¿Has pensado bien en lo que ha de ser tu vida? Tendrás que renunciar a la vida privada; mientras la mayoría de los ciudadanos pueden, terminada su tarea, aislarse lejos de los inoportunos, tu puerta quedará siempre abierta a todos; a toda hora del día o de la noche vendrán a turbar tu descanso, tus placeres, tu meditación; ya no tendrás hora que dedicar a la familia, a la amistad o al estudio; ya no te pertenecerás. 
Los pobres, acostumbrados a padecer, no te llamarán sino en casos de urgencia; pero los ricos te tratarán como esclavo encargado de remediar sus excesos; sea porque tengan una indigestión, sea porque estén acatarrados; harán que te despierten a toda prisa tan pronto como sientan la menor inquietud, pues estiman en muchísimo su persona. Habrás de mostrar interés por los detalles más vulgares de su existencia, decidir si han de comer ternera o cordero, si han de andar de tal o cual modo cuando se pasean. No podrás ir al teatro, ausentarte de la ciudad, ni estar enfermo; tendrás que estar siempre listo para acudir tan pronto como te llame tu amo. 
Eras severo en la elección de tus amigos; buscabas a la sociedad de los hombres de talento, de artistas, de almas delicadas; en adelante, no podrás desechar a los fastidiosos, a los escasos de inteligencia, a los despreciables. El malhechor tendrá tanto derecho a tu asistencia como el hombre honrado; prolongarás vidas nefastas, y el secreto de tu profesión te prohibirá impedir crímenes de los que serás testigo. 
Tienes fe en tu trabajo para conquistarte una reputación; ten presente que te juzgarán, no por tu ciencia, sino por las casualidades del destino, por el corte de tu capa, por la apariencia de tu casa, por el número de tus criados, por la atención que dediques a las charlas y a los gustos de tu clientela. Los habrá que desconfiarán de ti si no gastas barbas, otros si vienes de Asia; otros si crees en los dioses; otros, si no crees en ellos. 
Te gusta la sencillez; habrás de adoptar la actitud de un augur. Eres activo, sabes lo que vale el tiempo, no habrás de manifestar fastidio ni impaciencia; tendrás que soportar relatos que arranquen del principio de los tiempos para explicarte un cólico; ociosos te consultarán por el solo placer de charlar. Serás el vertedero de sus disgustos, de sus nimias vanidades. 
Sientes pasión por la verdad; ya no podrás decirla. Tendrás que ocultar a algunos la gravedad de su mal; a otros su insignificancia, pues les molestaría. Habrás de ocultar secretos que posees, consentir en parecer burlado, ignorante, cómplice. 
Aunque la medicina es una ciencia oscura, a quien los esfuerzos de sus fieles van iluminando de siglo en siglo, no te será permitido dudar nunca, so pena de perder todo crédito. Si no afirmas que conoces la naturaleza de la enfermedad, que posees un remedio infalible para curarla, el vulgo irá a charlatanes que venden la mentira que necesita. 
No cuentes con agradecimiento; cuando el enfermo sana, la curación es debida a su robustez; si muere, tú eres el que lo ha matado. Mientras está en peligro te trata como un dios, te suplica, te promete, te colma de halagos; no bien está en convalecencia, ya le estorbas, y cuando se trata de pagar los cuidados que le has prodigado, se enfada y te denigra. 
Cuanto más egoístas son los hombres, más solicitud exigen del médico. Cuanto más codiciosos ellos, más desinteresado ha de ser él, y los mismos que se burlan de los dioses le confieren el sacerdocio para interesarlo al culto de su sacra persona. La ciudad confía en él para que remedie los daños que ella causa. No cuentes con que ese oficio tan penoso te haga rico; te lo he dicho: es un sacerdocio, y no sería decente que produjera ganancias como las que tiene un aceitero o el que vende lana. Te compadezco si sientes afán por la belleza; verás lo más feo y repugnante que hay en la especie humana; todos tus sentidos serán maltratados. Habrás de pegar tu oído contra el sudor de pechos sucios, respirar el olor de míseras viviendas, los perfumes harto subidos de las cortesanas, palpar tumores, curar llagas verdes de pus, fijar tu mirada y tu olfato en inmundicias, meter el dedo en muchos sitios. Cuántas veces, un día hermoso, lleno de sol y perfumado, o bien al salir del teatro, de una pieza de Sófocles, te llamarán para un hombre que, molestado por los dolores de vientre, pondrá ante tus ojos un bacín nauseabundo, diciéndote satisfecho: "Gracias a que he tenido la preocupación de no tirarlo". Recuerda, entonces, que habrá de parecer que te interese mucho aquella deyección. 
Hasta la belleza misma de las mujeres, consuelo del hombre, se desvanecerá para ti. Las verás por las mañanas desgreñadas, desencajadas, desprovistas de sus bellos colores y olvidando sobre los muebles parte de sus atractivos. Cesarán de ser diosas para convertirse en pobres seres afligidos de miserias sin gracia. Sentirás por ellas más compasión que deseos. ¡Cuántas veces te asustarás al ver un cocodrilo adormecido en el fondo de la fuente de los placeres!
Tu vida transcurrirá como la sombra de la muerte, entre el dolor de los cuerpos y de las almas, entre los duelos y la hipocresía que calcula a la cabecera de los agonizantes; la raza humana es un Prometeo desgarrado por los buitres. 
Te verás solo en tus tristezas, solo en tus estudios, solo en medio del egoísmo humano. Ni siquiera encontrarás apoyo entre los médicos, que se hacen sorda guerra por interés o por orgullo. Únicamente la conciencia de aliviar males podrá sostenerte en tus fatigas. Piensa mientras estás a tiempo; pero si indiferente a la fortuna, a los placeres de la juventud; si sabiendo que te verás solo entre las fieras humanas, tienes un alma bastante estoica para satisfacerse con el deber cumplido sin ilusiones; si te juzgas bien pagado con la dicha de una madre, con una cara que te sonríe porque ya no padece, o con la paz de un moribundo a quien ocultas la llegada de la muerte; si ansías conocer al hombre, penetrar todo lo trágico de su destino, ¡hazte médico, hijo mío!

sábado, 26 de octubre de 2013

Entrena tu cerebro, cambia tu mente - Plasticidad cerebral

Les quisiera compartir un vídeo muy interesante, que nos introduce en el concepto de la plasticidad cerebral.

Disfrútenlo...


Muchos saludos.